En segundo lugar, es importante señalar que sí se aprecian diferencias significativas en el bienestar
psicológico con respecto a la diversidad de género y la presencia de malestar psicológico. Si nos centramos
en el género, las mujeres han mostrado un mayor bienestar psicológico con respecto a los hombres y el
género no binario. Tal y como se ha podido mostrar en la figura 1, el género no binario es el que más baja
puntuación ha obtenido en su bienestar psicológico (Media= 154,5; SD= 12,02), seguido de los varones
(Media= 169,57 y SD: 24,38) y finalmente, de las mujeres (Media= 180,4; SD= 18,66), que son las que
presentan mayor bienestar psicológico, además dichas diferencias son estadísticamente significativas (F=3,3;
F= 0,04) así como en los componentes de crecimiento psicológico (F=4,23; Sig.= 0,02) y propósito en la vida
(F= 6,4; Sig.= 0,003). Estos resultados están en consonancia con los estudios realizados por Clift et al. (2010b)
y Pérez-Aldeguer (2014), en los que las mujeres mostraron un mayor bienestar psicológico que los hombres
en todas las variables analizadas. Si estos datos son extrapolables a otros coros, estas diferencias se podrían
relacionar con la presencia de mayor número de componentes femeninos que varones en las agrupaciones
corales.
Por último, se han registrado diferencias significativas en el bienestar psicológico percibido de las personas
que presentan algún tipo de malestar psicológico con respecto a aquellas personas que no lo presentan
(F=14,69; Sig.= 0,000), así como en los componentes de autoaceptación (F=26,17; Sig.= 0.000); relaciones
positivas (F=4,38; Sig.= 0,040), dominio del entorno (F= 13,94; Sig.= 0,000) y propósito en la vida (F=7,63;
Sig.= 0,010) exceptuando el de crecimiento personal (F=0,80; Sig.= 0,380).
Algunos estudios identifican como variables predictoras de un elevado bienestar psicológico, aspectos
relacionados con la personalidad tales como un buen autoconcepto y autoestima, bienestar material,
extraversión y bajo neuroticismo. Por lo que las intervenciones que fomenten el autoconcepto, la autoestima
y desarrollo identitario así como la extraversión, contribuyen al bienestar y satisfacción personal
(Garaigordobil et al. 2009; Oriola-Requena, Calderón-Garrido, Gustems-Carnicer 2021). En otros estudios se
han proporcionado evidencias de los beneficios de un mayor bienestar afectivo de las personas que han
practicado música como hobbie (Koehler & Neubauer 2020). Estos resultados sugieren que la satisfacción
de las necesidades psicológicas básicas son un mecanismo mediador y enfatizan la importancia de distinguir
entre los indicadores de afecto positivo y satisfacción y de afecto negativo e insatisfacción.
A su vez, se insiste en la relación entre bienestar psicológico y social promoviendo una mayor justicia social,
aspecto esencial de este trabajo (Cooper 2020; Murillo y Hernández-Castilla 2014; Uribe 2004). Se promueve,
por tanto, una visión acorde a los beneficios emocionales procurados por la actividad coral, contrastada en
diversos estudios (Bygren, Konlaan & Johansson 1996; Hallam 2010; Linnemann, Schnersch y Nater 2017) y,
por tanto, estas diferencias podrían tender a desaparecer en un futuro debido a la propia actividad coral.
Como limitaciones a este estudio se desprende que se ha realizado solamente una toma de datos, sin pre-
post por dos motivos. El primero, la variabilidad de la muestra que hace imposible comparar a los
participantes consigo mismos de forma suficientemente espaciada en el tiempo. Y, por otro lado, porque el
objetivo de la toma de datos es implementar medidas o modificaciones en las acciones que puedan llevar a
una mejora de los indicadores medidos sobre bienestar subjetivo.
Podemos concluir que este estudio ha cumplido con el objetivo planteado inicialmente de realizar un análisis
descriptivo de la situación actual del coro inclusivo Cantatutti de la Universidad de Zaragoza. Sirve esto como