1. Introducción
Poco a poco se van evidenciando más investigaciones y trabajos que ponen de manifiesto los posibles
efectos, causas y soluciones ante la comúnmente llamada Ansiedad Escénica (de ahora en adelante, AE) en
los músicos de cualquier edad, lugar o sexo (Taborsky 2007; Calaforra-Guardeño 2019), tanto a nivel nacional
como internacional. Además, se están creando talleres, seminarios, conferencias relacionadas con toda esta
temática, como las III Jornadas Universitarias Internacionales de Psicología y Música realizadas por la UNED
en 2020, entre otras muchas.
A pesar de toda la información recopilada sobre la AE, se siguen encontrando situaciones semejantes a las
encontradas hace décadas en cuanto a praxis docente se refiere (Dalia 2004; Bautista y Pérez-Echeverria
2008; Pozo et al. 2008; Parakilas 2010; Fernández y García 2015). Contamos con más información sobre el
tema, pero se sigue tratando de la misma manera dentro de las aulas.
Algunos investigadores como Patston (2014) ponen en evidencia que el profesorado es uno de los agentes
importantes para poder llegar a controlar este tipo de miedos que surgen en el alumnado. Pese a ello, según
una revisión bibliográfica que recopilaba los trabajos realizados en el territorio español sobre esta temática
(Calaforra-Guardeño 2019), no hay muchos trabajos que se enfoquen en este rol que tiene el docente y se
centran más en conocer el fenómeno en cuestión o en buscar aplicaciones en el aula. Concluye que habría
que realizar más trabajos centrándose en el profesorado para poder conocer mejor su contexto dentro de
sus aulas con respecto a la AE.
Se ha evidenciado que la salida profesional más habitual para los músicos es la de la docencia (Cid 2012).
Aun así, el alumnado que acaba sus estudios superiores apenas ha obtenido formación para esta tarea, por
lo que son vulnerables ante este tipo de situaciones (Díaz 2015). Su forma de impartir las clases de música
está basada en su formación inicial, siendo esta de cariz tradicional en la mayoría de los casos (Bautista y
Pérez-Echeverria 2008; Pozo et al. 2008; Bautista et al. 2009; Parakilas 2010; Fernández y García 2015).
En cuanto a la legislación que regula las Enseñanzas Musicales, la evolución es positiva en este aspecto,
pasando de una legislación imitativa, donde lo importante era que el intérprete fuera capaz de interpretar
literalmente una partitura, dejando de lado otros aspectos importantes, a una legislación mucho más
completa donde el fin es el propio alumno que se convertirá en artífice de su propia creación musical,
reflexionando sobre su interpretación y ajustándola a sus propios gustos. Aun con todos estos cambios, no
existe normativa legislativa bien definida que inste a la preparación del alumnado para salir al escenario
(Viejo y Laucirica 2016; Zarza et al. 2016). Solamente se mencionan algunos objetivos para tener en cuenta
para el alumnado como “actuar en público con autocontrol”, según el Decreto 158/2007, de 21 de
septiembre, del Consell, por el que se establece el currículo de las enseñanzas profesionales de música y se
regula el acceso a estas enseñanzas (Conselleria de Educación 2007).
Visto el estado de la cuestión de la AE en los conservatorios españoles, se considera necesario avanzar en la
investigación en esta problemática. Se pretende identificar la formación didáctica que tiene el profesorado
sobre la AE, revisar la metodología y las estrategias o recursos que disponen para el manejo correcto de la
AE en su alumnado, y analizar el currículum de las Enseñanzas Profesionales desde una perspectiva histórica
comparada, poniendo el foco de atención en la salida al escenario y que tenga en cuenta el estado anímico
y/o emocional del músico.