¡No es nadie, es el maestro!

Sobre la figura docente y su oficio

Resumen

Este artículo tiene como objetivo examinar cómo los esfuerzos realizados para reemplazar la personalidad de la acción docente por la tecnicidad impersonal de su actividad afectan al profesor y a la profesión docente. El discurso de la tecnificación de la docencia, estructurado en torno a una pretendida plenitud, centralidad y autonomía de la dimensión técnica y didáctica, concibe la educación como una actividad que no requiere la presencia de alguien, de un sujeto pasible de usufructuar de un lugar de acción y enunciación. ¿Qué queda de la docencia frente a los esfuerzos encaminados a reducirla a una actividad guiada por la lógica de la producción fabril, marcada por la repetición automatizada de procesos independientes de la singularidad y personalidad de quien realiza la actividad? ¿Estaría relacionada esta condición con los malestares, dolencias, sentimientos de desvalorización e impotencia frecuentemente mencionadas por los docentes? El examen de estas cuestiones se hará a la luz de una fenomenología de las actividades humanas, tal como la concibe Hannah Arendt, y de escritos que buscan comprender la educación a partir de los aportes del psicoanálisis.