Neoliberalismo y la hegemonía de los afectos

política, identidad y el umbral democrático

Resumen

El presente trabajo opera argumentativamente que el triunfo del neoliberalismo reside en su capacidad hegemónica de canalización de las pasiones políticas y sociales hacia el consumo, una aptitud que se concreta a partir de la gran habilidad de adaptación a diferentes contextos políticos, económicos y sociales que posee el neoliberalismo. Así, el análisis presente en el trabajo parte del presupuesto de que los afectos son fundamentales para la política y que la convergencia en torno a un espacio simbólico común es esencial para la hegemonía de una ideología. De esta forma, el neoliberalismo es triunfante en establecerse como proyecto hegemónico en occidente frente a la neoliberalización de los afectos. Sin embargo, su ideología implica la fragmentación de las identidades colectivas capitaneadas por el proyecto individualista del identitarismo norteamericano, abandonando la alteridad y las relaciones interpersonales, esenciales para la dimensión del político. Ese proceso, así, es acompañado por el éxodo político, escenario que se alía al proceso en que la izquierda actual se muestra incapaz de movilizar pasiones sociales y de responder a los problemas neoliberales. Como resultado, surgen movimientos anti-establishment que, aunque aún no han traspasado los límites de la democracia, coquetean con el autoritarismo. El trabajo busca, de esa forma, comprender cómo la política, la identidad y los límites de la democracia son operados ante la neoliberalización de los afectos.